Cuba descendió 90 niveles en 20 años en la organización de eventos internacionales

  • Por Roberto A Paneque Fonseca

El esplendor que iluminó a Cuba en la década de 1980 logró ubicar a nuestro país en un lugar destacado a nivel mundial en la organización de eventos internacionales.

Por aquellos años con $21 CUP se alojaba uno en el Hotel Habana Libre por noche, se comía en cualquier restaurante con $15 CUP pesos cubanos  y  una botella de Havana Club para divertirse costaba $25 CUP.

Entonces nuestro país era un punto de atracción universal.

Tras los acontecimientos de 1989, nuestro país comenzó a experimentar una caída en picada que nos ha llevado a lo que estamos viviendo hoy, en casi abril de 2025.

Dentro de los importantes pasos que se dieron en la década de 1980’s fue la promulgación del Acuerdo 1440 de 1983 del Consejo de Ministros de la República de Cuba, que daba luz verde a la creación del Buró de Convenciones de Cuba.

Semejante decisión puso a Cuba en el mapa del lucrativo negocio de los eventos y comenzaron a llegar a nuestro país decenas de miles de funcionarios, ejecutivos de empresas, trabajadores premiados, científicos, investigadores y personas de todo tipo que venían a Cuba sencillamente a reunirse, a disfrutar y a gastar dinero.

Las principales corporaciones del mundo premiaban a sus trabajadores y a sus ejecutivos destacados con viajes a destinos de sol, playa, ciudad y naturaleza, y ahí estaba Cuba siempre en el listón de salida.

Organizar un congreso es uno de los «pretextos» más comunes para disfrutar una semana en un hotel todo incluido de una exótica playa del Mar Caribe y allí reunirse de 11 a 12 al otro día de llegar.

Y a partir del día siguiente, todos esos delegados, que pueden ser decenas, centenares o miles, se pierden en playas, en discotecas, en caminatas por senderos de naturaleza o sencillamente se echan a dormir o a descansar en tumbonas en la playa.

No es necesario recordar que para eso Cuba es ideal y que contamos con playas como Varadero, Cayo Santamaría, Cayo Coco, Cayo Guillermo, Cayo Pilar o Cayo Largo, para celebrar este tipo de congresos, eventos y turismo de incentivos.

Se acabó el Buró de Convenciones

Todo fue a pedir de boca durante los años 80’s hasta que un buen día algún cerebro de los que hemos tenido en el Gobierno a lo largo de casi 70 años,  se le ocurrió la idea de bajarle el nivel al Buró de Convenciones, y de estar subordinado al Consejo de Ministro se lo endilgaron al Ministerio de Turismo.

Como resultado de esa funesta decisión y de retirarle el apoyo que se le había dispensado durante años, en el 2005 Cuba sufrió una despampanante caída en el ranking mundial de eventos y bajó desde el Puesto Número 7 en 2005 hasta el Puesto Número 97 en 2024.

Esto no es invento mío, porque yo no me invento cosas, ni fumo cosas, sino que lo pueden ver perfectamente de fuentes tan prestigiosas a nivel universal como la Asociación de Congresos y Convenciones Internacionales (ICCA), por sus siglas en inglés: International Congress and Convention Association, fundada en 1963.

A pesar de este descalabro, algunos de los que heredaron las glorias del Buró de Convenciones de Cuba consideran esto como algo insignificante.

Y encima algunos se han atrevido a decir «por ahí » que «seguimos el camino correcto en la organización de eventos».

Quien desee investigar sobre esa pavorosa afirmación, que averigüe que montos en divisas fuertes están entrando a Cuba por concepto de organización de eventos, convenciones y viajes de incentivos.

Creo firmemente que quienes tienen la obligación de buscar eventos para Cuba a nivel mundial y proponer nuestras sedes, han abandonado esas funciones, y si las desempeñan, pues las están llevando a cabo muy mal, porque el resultado está ahí: bajamos del lugar 7 en 2005 al número 97 en 2024.

Y a mí que no me vengan con historias de que en Cuba se están haciendo miles de eventos, porque la inmensa mayoría se facturan en pesos cubanos, y ese dinero no nos sirven para nada ante la crucial situación por la que atravesamos.

Y aunque sean eventos nacionales con participación internacional, no tienen nada que ver con lo que estoy diciendo de traer a Cuba eventos extranjeros con casi el 100% de participantes extranjeros, que no es lo mismo ni se escribe igual.

En Cuba, como el cualquier país del mundo, están radicados organismos internacionales, sociedades extranjeras, instituciones de todo tipo, que se reúnen constantemente en destinos turísticos de todo el planeta.

Singularidad estratégica de la Salud Pública

El mayor nicho de estas sociedades acreditadas en Cuba lo tiene el Ministerio de Salud (MINSAP), con más de 54 sociedades médicas y científicas.

A estas sociedades hay que sumarles todo el potencial que tiene nuestro país a través de las brigadas médicas cubanas esparcidas por los cinco continentes,  cuyos funcionarios, médicos y enfermeras pueden también hacer labores de captación y de promoción de eventos científicos relacionados con la medicina, para que se desarrollen en Cuba.

La ICCA, máxima autoridad mundial en la organización de eventos, tiene en su base de datos más de 24.000 solicitudes pendientes para determinar las sedes de tales convocatorias.

De estos 24.000 eventos sin sede, el 60 por ciento son médicos, o sea, 14.400 convocatorias por las que el Ministerio de Salud Pública de la República de Cuba pudiera optar.

Sin embargo,  como la organización de eventos en Cuba ya no tiene el poder que tenía cuando estaba adscrita directamente al Consejo de Ministros, hoy día al Ministerio de Turismo como que le queda grande el sayo.

El MINTUR no ha sido capaz de recuperar los niveles de 2019 y si aparte tiene que organizar congresos científicos…. pues así la llevamos…

Me han comentado que Cuba seguirá bajando en el escalafón mundial de la organización de eventos a lo largo de los próximos años, por lo que se impone la necesidad de parar este descenso.

Dentro de los estatutos de las sociedades médicas, el primer aspecto es trabajar en la captación de sedes de eventos y ahí también el MINSAP tendría que trabajar duramente.

Esos estatutos fueron elaborados por el Dr. Roberto Morales Ojeda cuando era Ministro de Salud Pública, y por su buen trabajo lo promovieron a secretario de organización del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, pero lo de los eventos se quedó solo en el papel que él firmó.

En fin, que con todas estas posibilidades que tenemos en Cuba en la mano no se hace casi nada por salir de este hueco sin fondo en el que nos hemos metido en la organización de eventos internacionales, que se cobran al 100% en monedas libremente convertibles.

Sería muy aconsejable que el doctor Morales Ojeda, con el poder que tiene ahora, recupere el Buró de Convenciones, porque en la época de esplendor de Cuba, es decir, la década de los años 80′, fue creado y dirigido por el Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros hasta el año 1996, desde donde siempre fue dirigido por un vice presidente del Consejo de Ministros, que a su vez atendía el MINTUR.

Recuerdo que hubo un antecedente sobre 1974-75 de una estructura que se creó en el Consejo de Ministros también para promover la organización de eventos en Cuba.

En todos aquellos años hablé con ejecutivos del antiguo Buró de Convenciones y les pregunté por qué ese bajón de categoría y me dijeron que había sido traspasado al Ministerio del Turismo «por una distorsión».

Sonriente les dije en la esquina del FOCSA que yo no sabía que a las aberraciones se les llamaban entonces en Cuba «distorsiones» y ese día les pronostiqué que hasta ahí había llegado Cuba como uno de los baluartes mundiales en la organización de eventos, y el tiempo me dio la razón.

Siempre estuve muy ligado al Buró de Convenciones porque era muy necesario para Cuba y lo promoví donde quiera que pude, y sobre todo cuando pasó a dirigirlo un buen amigo de toda la vida de Bayamo que desafortunadamente murió.

Ninguno de quienes vimos nacer al Buró de Convenciones de Cuba entendimos que al Ministerio de Turismo se le dieran facultades de dirigir y orientar a otros ministerios.

Creí recordar que la Constitución de la República de Cuba otorgaba la prerrogativa de «dirigir y orientar» al Partido Comunista de Cuba y que la de «ejecutar y controlar» se la mandataba al Gobierno de Cuba.

Orgánicamente, que yo sepa ningún ministro le puede dar órdenes a otro ministro de lo que tiene que hacer o de lo que no puede hacer.

Cada evento lo desarrolla en Cuba una entidad diferente, un ministerio distinto, y por mucho que me quieran convencer, no es lo mismo que el Ministerio de Turismo le imponga al Ministerio de Salud Pública un criterio sobre un evento, a que lo haga el Consejo de Ministros, porque ahí se acabó el querer, como decían los Van Van.

Cada evento es un hecho comercial

Retomar en Cuba este gran negocio implica reconocer que cada evento requiere de una concatenación exacta procesos de diferentes instituciones ministerios, agencias de viajes, receptivos, líneas aéreas, hoteles, transportistas terrestres, proveedores de suministros hoteleros y otros.

Un evento se trabaja por parte de una alianza mancomunada y no individualmente por un ministerio, aunque ese organismo sea la institución que lo diseña y lo dirija.

Al plantearse la ejeecución de un evento, especialmente si es internacional, el organismo responsable o diseñador o creador o dueño del evento, tiene que disponer de un fondo financiero que permita desencadenar toda una serie de acciones concatenadas unas con otras y que deben funcionar con la precisión de un reloj suizo.

El evento como tal es un hecho comercial en sí, es para ganar dinero y eso lo tiene que comprender todo el mundo.

Hay algunos organismos que enfocan sus eventos desde el punto de vista científico, otros como reuniones políticaa,desdes desde el ángulo social, pero en la concreta, los que participan en la organización de un evento lo que buscan es ganar dinero, y eso es un hecho incuestionable y no opinable.

En este sentido, es imprescindible conocer que la cuota de inscripción de un evento debe estar calculada a partir de la participación esperada y del financiamiento inicial que habría que devolver cuando se den los primeros pasos iniciando los preparativos.

O sea, que un evento no es un barril sin fondo en el que se invierten $50.000 dólares preparándolo y luego por las cuotas de inscripción se cobran $25.000, porque eso no es un evento; sino un fiasco en toda la dimensión de esa palabra.

En Cuba se organizan eventos como la Feria Turismo, en la cual la cuota de participación ronda los $50 dólares; sin embargo, la cuota inscripción de los eventos de alto nivel como los científicos, los tecnológicos, los médicos y otros por el estilo, pueden andar en el entorno de los $500 dólares por persona.

Según los cálculos de prestigiosos organizadores de eventos, convenciones y turismo de incentivos, esta industria produce cuatro veces más per cápita de lo que genera una persona en turismo convencional.

La derrama económica que deja un viajero convencional, si por ejemplo es de $1.000 dólares, pues la de un viajero eventista o convencionista es mínimo de $4.000 dólares.

De estos datos estadísticos se infiere que la industria de los eventos jamás tiene pérdidas y que por el contrario, genera cuatro veces más que el turismo convencional.

Todos estos principios elementales eran los que movían a la industria de eventos en Cuba en la década del 80, pero con la falta de apoyo que recibió por parte de las máximas autoridades del Estado y del Gobierno de Cuba se ha venido abajo estrepitosamente, hasta el punto de casi desaparecer.

La única manera que tiene este muerto de resucitar sería volver a los principios de la década del 80 y que el Buró de Eventos pase a ser por siempre una dependencia del Consejo de Ministros, de lo contrario no le veo ningún futuro.

El poder mundial de la ICCA

La Asociación de Congresos y Convenciones Internacionales, ICCA por sus siglas en inglés (International Congress and Convention Association) fue fundada en 1963 por un grupo de agentes de viajes, con el objetivo de intercambiar información sobre congresos y convenciones internacionales, se lee en la Wikipedia.

Sus oficinas centrales están situadas en Ámsterdam, Países Bajos.

La ICCA es una asociación comercial sin ánimo de lucro cuyo principal propósito ser la comunidad global de la organización de congresos que permita a sus miembros adquirir y mantener una ventaja competitiva significativa.

La ICCA tiene casi 1.000 miembros repartidos en unos 90 países alrededor del mundo.

Estos miembros se clasifican en diferentes sectores según el tipo de empresa, como pueden ser marketing de destino, organización de eventos, asesoramiento en eventos, transporte, lugar de reunión y miembros honorarios.

Las empresas y organizaciones que forman parte de la Asociación y que están situadas en la misma área geográfica se agrupan en divisiones: Africana, Asia Pacífico, Europea Central, Francia-Benelux, Ibérica, Latinoamericana, Mediterráneaa, Oriente Medio, Norteamericana, Escandinava y Reino Unido/Irlanda.

El propósito para el que se agrupan los miembros en sectores y divisiones es el de permitir el contacto networking entre miembros que tienen ciertos aspectos en común y así reforzar sus actividades comerciales en la industria de la que forman parte.

La ICCA pertenece a las siguientes organizaciones globales: Consejo para la Industria de Convenciones (CIC), Consejo para la Industria de Reuniones (JMIC), Organización Mundial del Turismo (OMT) y la Unión de Asociaciones Internacionales (UIA).

La Asociación tiene ahora una red internacional de proveedores que están al servicio de la industria de congresos internacionales.

Cuba ha demostrado una capacidad notable para organizar eventos internacionales, a pesar de las dificultades económicas y políticas.

La inteligencia artificial de Google pone a Cuba por las nubes

Pregunté a Géminis, la inteligencia artificial de Google, sobre lo que consideraba en torno a Cuba y su posición para organizar eventos internacionales.

Gemini me respondió que esto se puede observar en varios aspectos, y me los fue enumerando uno a uno.

Política exterior activa

Cuba mantiene relaciones diplomáticas con un gran número de países, lo que facilita su participación y organización de eventos internacionales.

El país juega un papel activo en foros y organismos internacionales, lo que le permite influir en la agenda global y organizar eventos relacionados con temas de interés para la región y el mundo.

Destino para eventos

Cuba se está posicionando como un destino atractivo para eventos internacionales, especialmente en el sector turístico.

La infraestructura turística del país, combinada con su rica cultura y su ambiente único, atrae a organizadores de eventos de diversas partes del mundo.

Cooperación internacional

Cuba participa activamente en la cooperación internacional para el desarrollo, lo que implica la organización y participación en eventos relacionados con temas como la salud, la educación y el medio ambiente.

La Habana cuenta con la infraestructura necesaria para eventos internacionales, como por ejemplo la celebración de eventos de la ONU.

Eventos recientes

En los últimos años, Cuba ha sido sede de eventos importantes como cumbres iberoamericanas, reuniones de la Asociación de Estados del Caribe (AEC) y otros foros regionales y globales.

Es importante destacar que la organización de eventos internacionales en Cuba se ve influenciada por el contexto político y económico del país, incluyendo el impacto del bloqueo económico impuesto por Estados Unidos.

A pesar de estos desafíos, Cuba continúa demostrando su capacidad para organizar eventos exitosos y relevantes a nivel internacional.

Ranking mundial de eventos

ICCA_PA_Rankings_2024

FUENTES

https://es.m.wikipedia.org/wiki/Asociaci%C3%B3n_de_Congresos_y_Convenciones_Internacionales

https://www.iccaworld.org/

https://www.iccaworld.org/search/?q=cuba


Descubre más desde Cuba Travel Today

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

Deja un comentario

Descubre más desde Cuba Travel Today

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo